Nuevamente el día
deja lluvia el cielo,
y hasta el sol se oculta
porque tiene sueño.
Unas nubes grises
nos dan todo esto
que el verano oculta
tras tupido velo.
Y los días pasan
y el otoño, presto,
ya se acerca amigo
y nos da su aliento.
Lluvia de colores
desde el ocre al negro,
con mil fantasías
de los niños buenos.
Suenan las baladas
en algunos pechos,
las voces se entonan,
salen los pañuelos.
Hay ojos que lloran
de moción, al menos,
al sentir la brisa
remover el pelo.
¡Benditas las manos
que guían los dedos,
de este ser querido
llamado \"el abuelo\"!
Con él los relatos
un día surgieron
llegando al oído
del niño y el nieto.
¡Benditos los ratos
pasados y oyendo,
la voz tan querida
y ahora tan lejos!
Nuevamente el día
me deja recuerdos,
trocitos del alma,
poemas y versos...\"
Rafael Sánchez Ortega ©
21/08/24