Una invisible línea entre el hoy y el ayer
en un trazo imaginario que dibuja el tiempo,
pero la vida solo va deshojando las huellas
donde mañana todo será motivo de silencios...
Imágenes ocultas que va guardando la memoria
para darle un caparazón al débil cuerpo,
y un invisible Dios para crear una tonta fe
cuando la verdad es que día a día uno vá muriendo.
Lentamente, van a ir pasando todas las primaveras
y sin darnos cuenta se irá cerrando el cerco,
descubriendo a cada paso que hay una nueva ausencia
y que hay soledad al llegar cada vez más lejos...
Vivencias que irán quedando en la distancia
y el camino en la tierra que nos eleva hacia el cielo,
hasta que se abra de par en par la última puerta
y quizás lo vivido haya sido solamente un sueño...