Te amo, pero no tanto, me repito con destreza,
como si mi amor pudiera medirse en una simple balanza;
pretendo que mis sentimientos no son una pieza,
de un rompecabezas que a ti siempre te alcanza.
Te amo, pero no tanto, me digo al amanecer,
como si al sol le importara mis intentos de control;
cierro los ojos, fingiendo que no te quiero ver,
cuando en realidad te busco, como un loco en su rol.
Te amo, pero no tanto, ¿a quién quiero engañar?
si en cada suspiro, en cada palabra no dicha,
se esconde el deseo de en tus brazos naufragar,
aunque me convenza de que es una simple desdicha.
Te amo, pero no tanto, lo digo por costumbre,
como si al repetirlo se hiciera verdad;
más en mi pecho arde un fuego que no se extingue,
aunque yo finja que no es tanta la necesidad.
Te amo, pero no tanto, qué mentira tan hermosa,
me la cuento a diario, y casi me la creo;
pero al final del día, en tu mirada tan preciosa,
caigo en la trampa de este amor que tanto veo.