En la cocina, un rico festín se asoma;
yo, gran gato gourmet, de porte elegante,
crítico afamado del sabor decente,
mi paladar real se impone por norma.
Del atún fresco y salmón, hago un diploma,
con mi guiño sutil de chef arrogante.
El ágape de este faisán desafiante,
hago mío por propio derecho y forma.
Caviar y trufas son mi febril deleite,
con cada bocado predico su encanto.
Soy señor, un sibarita del disfrute.
Mientras en la mesa mi cátedra asiento,
a los humanos, los encierro en un brete.
¡Que en el reino papilar, mi cetro ostento!.