Tu sonrisa guarda un mar ajeno,
misterio navega en densa bruma,
y en tus ojos, la luz que se esfuma;
esconde el eco de un sentir eterno.
El tiempo, tu mirada; en sereno,
yacen, atrapados en la espuma,
mientras la sombra y la luz se abruman
en tu piel, entre el oro y el veneno.
Mona Lisa, eres cielo de tristeza;
vas entre la risa y la agonía,
antítesis de paz y dureza.
Tus labios brindan armonía,
y en tu rostro, el alma que se expresa;
esconde un mundo de melancolía.