Marpoet

Soneto a la Gioconda

Tu sonrisa guarda un mar ajeno, 

misterio navega en densa bruma, 

y en tus ojos, la luz que se esfuma; 

esconde el eco de un sentir eterno.

 

El tiempo, tu mirada; en sereno, 

yacen, atrapados en la espuma, 

mientras la sombra y la luz se abruman 

en tu piel, entre el oro y el veneno.

 

Mona Lisa, eres cielo de tristeza;

vas entre la risa y la agonía, 

antítesis de  paz y dureza.

 

Tus labios  brindan armonía, 

y en tu rostro, el alma que se expresa; 

esconde un mundo de melancolía.