Y mucho más que el aire
como volátil sueño de abejas
o que el azul templado a ras de tiempo
y mucho más que el cínico remedo de tus ojos,
viene golpeando la madera
Y mucho más
que algún simbólico huracán de letras
o que la misma levedad del agua
y más que alegorías importadas
y mucho más que ráfagas de rabia en la cintura
o que la tibia tempestad del suelo
y más que los cimbrados -vespertinamente solos-
viene (de vuelta)
golpeando la madera.