ATARDECER VACÍO.
Las cargas del atardecer duelen el alma,
pesa el paisaje huerfano del atardecer,
es constante nublado sin buen parecer,
son trazos de días callados sin calma.
Quedó vacía de parva la era de mi ayer,
se nublan óleos que pintaron esperanzas,
mudo embrión del surco de las labranzas,
convertido en tristezas de soñado placer.
Perdóne oh Dios, mi morral descuidado,
a mi talego el tiempo cambió la semilla,
llena el llanto la decepción que grilla,
altivo atardecer de senectud idealizado.
Fuí un hombre fatuo, altivo y vanidoso,
aparté los encargos que me hizo la vida,
petulante carrera, hinchada y presumida,
sabía camino sencillo, afable, provechoso.
El sol de ayer me mostró el alma pobre y vacía,
si aún con tanto, traigo el alma pobre al ocaso,
al final todo trabajo ostenta el fracaso,
por negar al espíritu riquezas y valentía.
El nuevo día me llama con trinos de pajarillos,
viene a curarme de la dolorosa melancolia,
los floridos almendros visten de albugíneo el día,
mi jardín hoy despertó los jacintos amarillos.
Autor: Poeta al atardecer.
Agosto del 2024.