Y SI LA MUERTE NO ES EL FINAL SI NO UN PUENTE.
En el misterio de la vida, donde la sombra se despliega, una frase resuena, un enigma que nos llega.
\"Y si la muerte no es el final, gracias\", un pensamiento que en el alma abraza.
En el rincón del tiempo, donde el destino se entreteje, la muerte, ¿un umbral o acaso un puente que se mece? En el vaivén de la existencia, en el ciclo que abraza,
la promesa de un después, donde la esperanza avanza.
Gracias, susurra el eco de la inmortalidad, una melodía que en el silencio halla su verdad.
¿Qué aguarda más allá de este viaje fugaz?
¿Un renacer, un encuentro, o un eterno solaz?
No temamos al ocaso, ni al adiós que se avecina, pues quizás en la transición, el alma se ilumina. La muerte, no un fin, sino un cambio de estación, donde la esencia persiste, trascendiendo la razón.
En el lienzo eterno, el destino se entrelaza, y si la muerte no es el final, gracias.
Por la oportunidad de ser, de amar, de crear,
en este sendero efímero, donde el alma quiere soñar.
En el enigma del más allá, hallamos el misterio, una danza cósmica, un sublime imperio.
Y si la muerte es apenas una puerta entreabierta, gracias por la promesa de una eternidad descubierta
Y si la muerte no es el final.
Sera tan solo un puente, que tenemos que cruzar. Y la luz primordial blanca y pura angelical.
Somos en la otra orilla, consciencia, energía- Y un atisbo de divinidad.
La muerte no es el final, tan solo un vaivén existencial.