jvnavarro

DIARIO DE VERANO LVIII (BRUJAS, BRUJOS Y HOGUERAS)

 Noche infernal
es ésta,
tanto es ella
 que se me ha descolgado
 una oreja
y se me ha alargado la lengua,
un ojo lo tengo a la virulé
y me han crecido las uñas
un cuarto de legua.
 
Se me han disparado las constantes,
sin necesidad de usar de escopeta,
entre ellas,
la que se refiere a la memoria
y a la forma de deletrear las letras.
 
Es noche 
de miedos y rumores,
de brujas y brujos
que esperan 
que se abra la veda
para cazar a sus presas.
 
Por aquí ninguna bruja
va montada en escoba
ni en mocho
 ni en alfombra persa
ni ninguno de  los brujos juegan
a otra cosa que no sea
hacer solitarios
y componer versos 
que se reparen puerta a puerta.
 
 Pasan por delante
de este portal
ellos y ellas,
los brujos y las meigas (2),
para ver si consiguen
ganarse el corazón 
de algún poeta,
de esos que no duerme
mientras prepara un poema
para sacarlo a la palestra 
a partir de las doce de la noche
que es cuando
los vampiros y vampiresas
e hijas de condes y de condesas
 más en forma se encuentran.
 
Se ve a esta recua 
de amigos y amigas
de las buenas hogueras
 contentos y contentas,
haciendo conjuros
que son algo parecido 
a palabras llenas
a amor y bohemia,
tacos y blasfemias,
risas a carcajada plena.
 
Sepan que son brujas y brujos
 que vienen
para quedarse por estas
esferas,
viviendo si pueden a lo grande 
entre parientes y parientas
que los esperan
con la gracia puesta
en organizar grandes juergas.
 
No es mala idea
 hacer un conjuro,
Mouchos, coruxas, sapos e bruxas (1)
y con un poco de engrudo
de molienda
de patas de ranas 
y cagarrutas de ovejas
untar el portal 
este de poetas,
en lo que se refiere
a nuestra  querida  estrella
y al apartado denominado 
tendencia,
quizás de esta forma
vuelva la normalidad 
y todo no sea
tal y cual los brujos y brujas  
se contemplan en este poema.
 
 
(1) Conjuro que se hace cuando se elabora la tradicional queimada gallega
(2) Meigas: Se denomina a sí a las brujas en Galicia.