Aquí la vida se desliza,
despacio, sin brillo, sin prisa.
arrastrándose por los suelos,
buscando refugio y consuelo.
Las plantas se inclinan marchitas,
las hojas caen mustias, vencidas.
los seres se esconden, silentes,
ante el peso de tiempos recientes.
La sombra se extiende, agobiante,
cubriendo la luz, asfixiante.
todo se mueve con desgana,
sin ganas de alzarse mañana.
Aquí la existencia se agota,
hundida en la arcilla ignota,
sobrevivir es la consigna,
mientras la esperanza declina.
Aún queda una chispa de vida,
resistiendo, firme, escondida.
que algún día ha de florecer,
y a este mundo dar nuevo ser.