Al escribir, de mi brota,
la historia que se enfrenta
tras la Eneida filigrana,
de una tormenta pagana
cuyo entorno se reprograma.
Los relatos desgranan,
los motivos proclaman,
las mentes la idea señalan
por entre dos luces apenas, y
los pretextos desengañan.
Y ya, se fue lo que se vivió,
para renacer como la maraña,
sin saber a quién emular, pasado mañana
¡Aquella Eneida filigrana, no removerá cada montaña!