Renunciando a renunciar
Cayendo en las trampas cotidianas
Deseando que el presente se transforme sin esfuerzo
Sin ningún altar prendido en fuego
Quién sufre y se lo permite
Quién dice yo primero para el sacrificio
Todo ha dejado de ser llamado por su nombre
Apelo a un sentimiento universal
Pero que se hace indiferente a la hora de la hora
Se han invertido los relojes
Se han cambiado de lugar los puntos cardinales
Uno se hace viejo y enferma
Se hace grande y cae irremediablemente
Todo empezó a carecer de objeto
Porque me olvidé de mi de día y de noche
Es verdad, fui el dueño de mi voluntad
Pero no alcanza para cargar esas antorchas
Me veo caer e imagino levantar
Pero mis huesos se astillan por defecto
Le escribo a mi cuerpo inexacto
Denunciante de mis malos actos
Vengo a intentar saberme feliz
A implorar porque las cárceles nunca se camuflen
A perder mis convicciones un sábado o un domingo
A saber que la justicia no existe
A dormir en la ilusión de cambiar mi historia