William Pérez Mederos

Volveré a ser, lo haré

Volveré a ser, lo haré

 

Cuando el desánimo me vence y la tormenta avanza,

en su rápida embestida,

me pregunto dónde quedó aquel adagio,

aquel que me hizo un pilar para quienes me admiraron.

 

Esas terribles diecisiete noches,

esas luchas interminables entre la conciencia y lo mundano,

¿Por qué no pude prever?

¿Por qué no pensé antes de actuar?

Fui feliz, lo fuimos acaso,

o al menos, yo lo era.

 

Y hoy, no hay nada que hacer.

Tú, inerte y alegre,

yo, triste y acostumbrado a la soledad,

como en las estaciones, que pasan fugaces.

 

Ahora, el miedo a no poder volver a ser quien fui

me persigue.

A veces no sé si fui,

o si ahora soy lo que siempre deseé.

No lo creo;

mi visión está limitada,

o tal vez no es esta.

 

Solo imploro al que todo lo puede,

que me conceda regresar a mi vida,

sin riquezas.

Aunque, como ingrato y quejumbroso,

tampoco quiero esos boomerangs de recuerdos reprochables.

Solo deseo la sencilla y dilatada alegría de la modestia,

de lo que fui.

Que pueda regresar, solo así.