Ivette Urroz

Un otoño descolorido

Un otoño descolorido me ha descubierto

una vez más sin flores de olvido

ni frutos marchitos.

 

En las venas, como ramas rebosantes de vida,

un sueño vigila al corazón

de mirada intensa y fuego en las entrañas.

 

Un musgo, un mito viviente

dentro del alma,

o quizás un beso, me impulsa hacia una selva

oscura, como si fuera un encantamiento

protegiéndome de tormentas, ruinas

y desesperanzas. Y susurra:

Mantén tu esencia cerca, vibrante y resonante,

pronto llegará el amor para hacerte resplandecer

y agitará tus días con fulgurantes fuerzas de atracción,

y el dolor, para enseñarte a crecer libre

como una mariposa deslumbrante.

Ivette Mendoza Fajardo