Tus paseos terminaron
dando vueltas sin parar,
pretendías destacar
y esas curvas no faltaron.
En carretera rodabas
al gusto de los viajeros,
mal agarre en los senderos
y en los baches lo bordabas.
El final de tu camino
sin retorno en aquel día,
tu dueño te conducía
hacia el último destino.