A veces, el futuro, deja de ser el futuro, el pasado se esfuma sin dejar huellas y todo es un tiempo único y omnipresente que gira sin pasar en torno de el mismo absorviéndonos de cuerpo y mente.
A veces, el presente, es un misero punto entre lo que fue ayer y lo que será mañana, lo que superamos sin considerarlo y sin estar conscientes que en ese momento en que la vida se pierde.
A veces, un beso, es el único espacio entre la vida y la muerte.