José Fas Fonfría

LA REALIDAD.

LA REALIDAD.

Y llegó ella… la pandemia.
Una noche oscura y con tormenta,
llenando el alma de tristeza,
las estrellas apenas brillaban.

La luna se escondía detrás de las nubes,
dejando alrededor tenues hilos de luz.
Pero… llegó un amanecer,
y el color purpura desapareció,
y dio paso a un sol radiante.

Todo era color, ya no hay miedo,
hay una voz dulce y apasionada
que penetra en un corazón
maduro y marchito de amor.


De pronto,
el otoño, se convierte en primavera,
y los sueños de juventud florecieron
al sentir los cálidos besos…
de unos labios, que, repiten te quiero.


¡Canta corazón, ríe, llora, salta,
pregona al mundo entero que eres feliz,
que nunca es tarde para amar!
¡Sueña! Que la primavera dura doce meses.


Sueña, y sigue soñando,
no dejes que la realidad empañe tu alegría.
La realidad, una verdad que te persigue,
y que al final te alcanza…
Y dejas de soñar, con un amor prohibido.