Humberto Gómez Sequeira

Casa sin puertas

Todos los días

la sangre sigue su curso,

sin desviarse,

fiel a su instinto humano,

más noble que el aire

que entra en las cámaras de mi conciencia

y después se va y me deja

como una casa sin puertas,

abandonada

a vivir de sus recuerdos.

 

HuGóS | 8-16-2013 | 10:11 p.m.