Viviendo los sopores, del sueño milenario
de paz y de justicia , que anhela humanidad;
contemplo va perdiendo bagaje libertario
dejando prevalezca la cruel iniquidad:
Aquel estoico gesto, sagaz y humanitario,
que un día iluminara la senda de equidad;
se extingue lentamente, forjándole un santuario
al déspota que encierra la santa libertad.
Los ecos de justicia, que un día se volvieron
los himnos más gloriosos, que inspiran a vivir
las luchas libertarias; de pronto enmudecieron
quitándonos del alma la fe de resistir;
llevándose con ellos los trinos que nacieron
con la esperanza firme de un nuevo porvenir.
Autor: Aníbal Rodríguez.