Van cayendo las palabras que darán vida a mis versos
como caen los sentimientos que alimentarán al alma,
Un reloj que le va a ir dando vida a nuevos silencios
y una melancolía que irá atrapando a las lágrimas.
Entre mi vida y mi muerte, solo un conjunto de tiempo
un invisible viento donde sepultar a las palabras,
un pasaje en un destino que termina siendo incierto
en un mundo en donde no nos pertenece nada.
Una sombra indiferente que no sabe de sueños
una lluvia de tristezas que a mi corazón lo embarga,
un dolor entreverado con los astros del universo
y una luna que al brillar su luz entra por mi ventana.
Un espíritu no humano que corre con el viento
una huella que se infinita más en la distancia,
una profanación de la propia carne y el deseo
un breve suspiro de aquello prohibido que aún se ama.
Todo cae en la gravedad donde la vida entra en suspenso
hasta la fe con que se renueva otra vez la esperanza,
pero igual estoy aquí construyendo estos versos
el mejor lugar donde puedo sepultar a mis palabras...