KETZAL

HOLOGRAMA

Todo obedece a una ecuación

Bajo la mirada de la energía

Todo depende del orgasmo de la energía, según Millás

Soy la prueba viviente más que viva

De que nada siempre empieza bien

 

En este presente no se trata de cuántas fuerzas tengamos

Y casi ni cuán amados nos sintamos

Tela de araña que destruye la materia y lo invisible

Veneno que es absorvido en la mirada

Escosor del prójimo

Se vuelve extraña mi presencia

 

Cuando sea grande dejaré que crezcan todas las cosas que me gustan

Todas esas formas que generaban ternura en mi infancia

Quizás ahí todo fue yuxtaposición

Quizás siempre quiero regresar ahí

Donde el presente no se caía a pedazos

Donde bastaba escuchar el silbido del viento

Y descubrir que los juegos no se hacían en soledad

 

He perdido la creencia en algunas figuras

Tal vez porque su naturaleza es ajena a la nuestra

La justicia se convirtió en una mueca de seguridad orgullosa

En una mirada ajena al prójimo

Ahora vivo sabiendo que todo es una aspiración

Y que es necesario saber estar entre fórmulas