La esperanza mutilada
y los sueños inconclusos
roen siempre las entrañas
cuando vuelan como el humo.
De qué sirven fantasías
que te alegran un minuto,
de qué sirven tantas luces
si no acaban los corruptos.
Cuántos vamos padeciendo
las desgracias de este mundo
porque nunca se terminan
los gendarmes del barullo.
Y la vida se complica
no para el que tiene mucho
sino, para quienes viven,
suplicando algún mendrugo.
¿Por qué el bosque no despierta
y por qué se queda mudo
si las fieras nunca mueren
y acumulan tanto lucro?
¡Ah que historias repetidas
a pesar de tantos lutos
provocados por las luchas
que han traído sus difuntos!
Muchos siguen engañados
aunque el aire sepa impuro
y en silencio les cuestiono…
¡Es difícil ver lo injusto!
¡Ah mi pueblo tan sufrido
sin unir un solo puño!
¿Cuándo unidos venceremos
si no estamos todos juntos?
¿Cuándo va a ser diferente
en mis versos, les consulto?
Las retóricas no sirven
ni delirios iracundos.
Bis
«La esperanza mutilada
y los sueños inconclusos
roen siempre las entrañas
cuando vuelan como el humo».