Le pido a la mano izquierda
baje y con fuerza sostenga
el bolígrafo de tinta negra
y así colocar una primera letra.
Le pido a la mano derecha
suba y con delicadez mueva
los hilos de una historia nueva
para atrapar otra conciencia.
Ya en conjunto
los dos lados
se vuelven cómplices
de un plan bien orquestado.
El desarrollo fluye
tal río después de un deshielo
hasta encontrarse con el mar
y recibir un beso.
Y al bajar el sol
la luna brilla con tal alegría
parece que esa historia de dos
no se la perdería.