Rimbaud:
Elle est retrouvée,
Quoi? — L’Éternité.
C’est la mer allée
Avec le soleil.
Giuseppe Ungaretti:
M’illumino d’immenso
No renuncio a ella,
a quererla,
a tenerla,
y poseerla.
No renuncio a ella,
a sus ojos,
a su mirada
a su presencia.
No renuncio a ella,
a cogerla,
a pintarla,
a ser de ella su poema.
No renuncio a ella,
a su color,
a su apuesta,
a sus mareas,
a sus noches enteras
de abrazarla
hasta allí donde las horas
se despistan
y salen corriendo
de una esfera.
No renuncio a ella,
ya aquí,
ya allá
ya adonde sea,
por la mañana,
o por la noche,
por las tardes
y en la luna,
o en las estrellas.
No renuncio a ella,
se que ella
siempre vuelve,
siempre se tiende
junto a mi estera,
siempre me toca,
siempre me roza y besa.
Ella es vida
y ella es mi paciencia,
ella es amor,
ella es tendencia,
ella es estima,
ella es adoración,
ella es veneración,
ella es apetencia,
es reverencia,
y es que ella
me camela
en todo lo que haga,
como sea,
siempre atenta,
siempre sujeta
a la última palabra
esa que en la memoria queda.
Ella es en este poema la mar
y está ahora tan en mi
puesta en escena
que me pide que diga,
que de corazón
a todos buenos días os desea.