Al amor lejano.
Cristina Valentina.
Tengo celos del aire que respiras
y que puede meterse en tus pulmones,
y ahí dentro, escucha los latidos
de ese corazón que un día fue mío.
Tengo celos de la luna llena,
que desde lo alto te contempla,
tengo celos de todas las estrellas,
que de noche, saben donde te encuentras.
Tengo celos de la toalla que te seca
de la almohada donde inclinas tu cabeza,
de la pluma que sostienen tus dedos,
de la hoja donde escribes tus versos.
Celos de la sábana que te cubre del frío,
del agua que se desliza por tu cuerpo,
celos del jabón que te acaricia,
celos del cepillo que desenreda tu pelo.
Tengo celos, en fin, de cada cosa,
cada objeto cotidiano que te toca
el plato donde comes, la cuchara, la tasa,
el pantalón, la camisa, la corbata.
El libro que sostienes en tus manos,
la lectura donde posas tu mirada,
celos de la gente que te rodea,
celos de ti... que estás contigo mismo.