Me dispongo a cocinar
a sacar un plato nuevo,
usaré los condimentos
que no se suelen usar,
y los haré a fuego lento.
Añado hojas de cariño
sobre el agua y las remuevo,
sazono con optimismo
y un poco de amor del bueno,
colorante del deseo
y acabo haciendo el sofrito.
Un vaso de vino viejo
y otro de vino tinto,
acompañado de besos.
Pongo ahora el corazón
lleno de sentimientos,
y rompe a hervir por el fuego
esta mezcla de ilusión,
el guiso, casi esta hecho.
Para terminar completo
emplatando este manjar,
te invito ahora a probar
y me dices si esta bueno,
o quizás le falte sal.
Porque el amor como el guiso
se cocina a fuego lento,
se prepara en plato frío
y se come sin cubiertos
solamente con los besos,
y los abrazos sentidos
el amor esta cocido,
y listo para comerlo.