Era un día gris triste para recordar
la lluvia esperaba las cenizas llegar
que ha un árbol ha de regar,
un árbol que su sangre transporta
en la savia recuerdos de un hijo mayor,
Escarbando entre las hojas
una placa indica el lugar y después
de la lluvia brotará el petricor
con su perfume hemos de recordar.
Se van secando las lágrimas
y el olvido corre por el rio del silencio y se va,
que se desborda en cenizas, cenizas que ha un árbol
han de llegar con la savia le ha de regar.
Recordando aquellas miradas
acompañada de una solaz sonrisa.
No había palabras, pero los versos flotaban
a su rededor con aire de ternura y amor.
Los vacíos llenaban la casa,
la silla, la cama, el trono y sus pisadas
planas recorriendo la estancia.
Y un eco recuerda al alma dormida
un hato de santos y santas la acompañan
con agua bendita y nada la turbe.
Descansa mamá.´