Daniel Escamilla

Eterna Condena

Aferradas a su eterna condena
esclavas permanecen las olas del mar
una tras otra se desvancen
destino del que no pueden  escapar


Como también son presas las estrellas
todas ellas se dejaron atrapar
en la profunda oscuridad de la noche
aunque su luz no ha dejado de brillar


Justo cuando acaba un estridente silencio
incondicional huésped de la eternidad
como arma forjada que a nadie mata
descubre mentiras que un día fueron verdad


Interminable y agotadora es la batalla
que pelean sin sentido y sin piedad
dos bandos que rehúsan aceptar su derrota
y están condenados a una eterna soledad


Daniel Escamilla.