En la noche, sombras rastreras, gritos sordos.
Un eco hueco, fría realidad.
En las sombras furtivas, rostros de maldad.
Sueños rotos, un futuro sin luz.
Calles desiertas, miedo en cada callejón.
Puños que asfixian, almas que se agotan.
Ojos pozos negros, sin un rayo de sol.
La ley se pudre, la esperanza se ahoga.
En la oscuridad, un lobo acecha,
Un lobo sin nombre,
Sus pasos lentos, un eco sin resonar.
Lleva consigo el peso de su ayer.
Ojos, pozos negros, sin un rayo de sol.
Manos marcadas por el cruel azar.
Un corazón negro, un alma en el bar.
Busca en la noche lo que el día le negó.
En cada esquina, un puñal en la oscuridad,
un destino incierto, un camino errante.
En la sombra, su máscara acecha.
A la delincuencia, su alma entregada,
.
Pero detrás de esa máscara de mal,
Hay un niño que anhelaba ser cuál.
Un ser humano que la vida estrujó.
Buscando redención, que jamás halló.
Gonci