SOBREVIVIENTES
Somos pocos los que quedamos en pie, sufrientes...
somos seres dolidos, que combatimos duramente,
luchando día a día, para estar mejor, siempre...
somos soldados heridos, somos ¡sobrevivientes!
*
Golpeados por la vida, por traicioneras injusticias,
gobiernos nefastos y situaciones de crueles malicias,
que nos agobian la vida y que nos enferman el alma,
que nos quitan el sueño y nos hacen perder la calma...
*
Y sobrevivimos buscando una ilusoria paz anhelada,
persiguiendo utópicas estrategias en treguas pactadas,
buscando la paz que ansiamos en rencores que estancan,
ofreciendo rendirnos ondeando nuestras banderas blancas.
*
Pero, aun así, prisioneros de guerras que nunca buscamos
y siendo amantes de una Paz que, eternamente, deseamos,
nos obligan a combatir cruentas luchas entre seres vivientes,
matar o morir, o, simplemente, condenados a ser sobrevivientes.
*
Y no solo hay guerras que se luchan en campos de batallas;
hay muchas otras lides que se combaten tras otras murallas:
conflictos con hijos, herencias familiares, intrigas de amantes,
manipulaciones mentales o turbios políticos de blancos guantes.
*
Son los variados disturbios que afectan nuestras vidas...
frustraciones, impaciencias, desasosiegos, caminos sin salidas...
las luchas cotidianas que combatimos sin ser soldados ni oficiales,
y, sin ánimo de lucha, solo buscamos la paz como civiles, sin generales.
*
A lo mejor, el éxito de nuestras personales victorias
es, para nosotros, lograr la paz para coronar nuestra gloria,
sin ejércitos dominadores, sin que existan vencedores ni vencidos,
y ¡por amor al cielo! calma, sosiego y armonía, sin prisioneros retenidos.
*
Eduardo Faucheux
16-09-2024