Humberto Gómez Sequeira

Las mujeres sangran

Las mujeres sangran

y han sangrado ríos

desde que Jehová las condenó

a parir con dolor los hombres

que debían dominar la Tierra.

 

Las mujeres sangran

como frutas maduras caídas

del árbol de la sabiduría.

 

Las mujeres sangran

cuando los hombres como niños

confundidos rompen sus vaginas.

 

Las mujeres sangran

y lloran lágrimas de vidrio

cuando los hombres apuñalan

con odio sus corazones.

 

Las mujeres sangran

todos los meses amor

para que los hombres vivan.

 

Las mujeres sangran

en sus sueños de niñas

y en su trabajo de madres

de todas las percepciones

que componen el mundo.

 

Mientras los hombres duermen,

las mujeres siguen sangrando, silenciosamente, el dolor

y la magia celular de la vida.

 

“La liberación de los sentidos”

Por Humberto Gómez Sequeira-HuGóS