¿Y cómo le explico? Que sí, sí mueve todas las fibras de mi cuerpo, las ciega, las paraliza, las enloquece, las domina... Cada átomo, cada célula y cada parte tan diminuta e inexistente de mi cuerpo la hace temblar, la hace vibrar, porque me hace sentir en todo el sentido de la palabra, porque me rompe, porque me arregla y más que arreglarme... Me libera, me confunde, me enloquece, me enfurece, me hace arder, me hace llorar, porque todo lo que me hace sentir lo quiero seguir sintiendo, porque me daña y me hace agonizar, pero qué masoquismo, ¿y qué importa? Porque aún así, me siento un poco viva.