Si fuera un gatito negro,
brincaría a tu ventana,
Y te diera cien besitos,
y a mi suegra rasguñara.
Pero como soy humano,
te lo digo con cariño,
que aunque no me falten garras,
no me sobra el buen tino.
Del amor que yo te tengo
hablan todas las estrellas,
y aunque no soy gato negro,
te sigo dando querellas.
Si en la noche tú me llamas,
con un maullido sincero,
me verás cruzar la calle
como un felino ligero.
Y si tu madre se enoja
por el zarpazo que di,
dile que fue sin malicia
y que lo hice por ti.
Escucha, mi dulce amada,
si me quieres de verdad,
no temas si soy un gato,
que te amaré sin maldad,
y juro daré muy buen trato,
a tu distinguida mamá!