Dime qué fuiste tú el que me acompañó en este largo camino, que sabes que fuiste el culpable.
El causante de sentirme valido de nuevo, de querer volver a encontrarme, de anhelar ser una persona que no podía pensar ser.
Y si te pudiese hacer un regalo - cualquier regalo. Te daría la habilidad de verte a través de mis ojos. Solo entonces te darías cuenta de lo especial que eres.
Pues nos cuesta valorarnos, vernos en alto, y tú siempre lo has hecho conmigo. Así que amigo, toma mis ojos y mírate para devolverte el favor.