Yo no sé por qué te vas
si mi silencio se unió al tuyo
para complementar la obra perfecta
de un silencio puro.
No sé si tú o yo
o quién sabe los dos
caminamos por los ecos perpetuos
del amor aborrecido,
esos rumores
que hoy nos encarcelas,
otra vez, como al principio.
No sé por qué te vas,
si tú lo sabes, dime:
¿Por qué no me lo has dicho?
Acaso no piensas que las cosas
que escuchaban nuestros silencios
hablarán de ti, cuando al fin te hayas ido?
No sé cuál fue el motivo,
algún remolino incierto
irrumpió de tajo nuestro idilio.
Yo no sé si fue nuestro silencio
o por hacer tanto ruido
por estar tú y yo junto
después de tanto olvido.
Yo no sé por qué te vas,
si mi silencio
si mi silencio
era igual que el tuyo.