Gonci

La balada de la Ballena

 

En las profundidades del océano,

resuena un canto antiguo y profundo.

Las ballenas, con sus voces melódicas,

tejen sinfonías en el azul inmenso.

 

El uuuuuu grave y prolongado,

el oooooo que resuena en el abismo,

el mmmmmm que vibra en el agua,

son los cantos de las ballenas en su viaje.

 

Sus cantos son ecos de tiempos lejanos,

vibraciones que atraviesan el agua,

un lamento suave, un susurro eterno,

que envuelve el mar en un abrazo sonoro.

 

En el vasto océano, donde la vida danza,

las ballenas nadan con gracia y esperanza.

Pero en las sombras, acecha la crueldad,

la mano del hombre, sin piedad ni bondad.

 

“En las profundidades del océano,

donde la libertad es mi única compañera,

nado con gracia, en un mundo sin fronteras,

mi canto resuena, mi espíritu vuela.”

 

Con arpones afilados, rompen la calma,

perforan la piel, desgarran el alma.

El canto de las ballenas, un lamento profundo,

resuena en el agua, un grito moribundo.

 

Sus cuerpos majestuosos, en redes atrapados,

son llevados a barcos, sus destinos sellados.

La sangre tiñe el mar, un rojo testigo,

de la brutalidad humana, de su castigo.

 

“El miedo me envuelve, la desesperación me abraza,

mi cuerpo lucha, pero la fuerza me falta.

Siento la vida escaparse lentamente,

mientras las sombras humanas

me arrastran impotente.”

 

Cada vida tomada, un eco en la eternidad,

una pérdida inmensa, una cruel realidad.

Las ballenas, guardianas de los mares,

caen víctimas de intereses y pesares.

 

“El océano, mi hogar, se convierte en prisión,

mi canto de libertad, en un lamento de dolor.

Siento la injusticia, la brutalidad sin razón,

de seres que no comprenden,

que no tienen compasión.”

 

Pero en sus ojos, aún brilla la esperanza,

de un mundo donde reine la templanza.

Donde el hombre comprenda, con corazón sincero,

que la vida marina es un tesoro verdadero.

Gonci