Cuando el afán llene tu vida… háblame,
Cuando el rumbo te parezca incierto…mírame,
Porque al hablarme distraes tu mirada, y al mirarme se comunican nuestras almas.
Cuando no sepas qué hacer…escúchame,
Cuando el dolor taladre…búscame.
Porque escuchar enriquece la mente
Y encontrarme será bálsamo silente a tus dolores.
Háblame en la penumbra de la noche, que el eco de mi voz traerá sosiego, seguridad y paz a tu alma noble.
Mírame, y encontrarás el camino hacia el Edén perdido, provisión y solaz, fuerza y abrigo.
Escúchame en el susurro que cautiva, será el eco de tu amor votivo, reciprocidad que afirme los sentidos.
Búscame en la luna, ahí hallarás el espejo que mi luz encumbre, que ilumine tu vera. En la brisa que suave te acaricia, con el amor que de mi alma nace.
Encuéntrame en el verso que se hace beso al deletrearme, en la canción que despierta tus emociones, aún en el cáliz del dolor que se hace cornucopia repleta de frutos y de flores, que satisfacen y perfuman al conjugar nuestros amores.
Siempre estoy para tí, anótalo donde no se borre.
(VOZ DE TRUENO)