Un naufragio malogrado
Siento la noche, caer como un manto, al instante, aquieta los sentidos, en el segundo que dura un bramido, resuena el eco de mil silencios que hacen ruido en mi interior, navego en ellos, dando vueltas en un vitral de recuerdos y sensaciones, yacen las voces e ilusiones que divagan en el pensar, reflexiones que gotean hasta hacerlas un mar.
Salgo a flote con las manos llenas de materia prima, las que dan vida a más de una rima; me conducen a una cima y en las alturas, mis sombras asemejan, miniaturas, retorno a proseguir el tramo y tal inmensidad merma toda oscuridad. Mis piernas, adquieren agilidad, cruzo los senderos y ya no temo. Atesoro la voz que me guío, voz que retumba en la quietud, mi total plenitud.
Scarlett-Oru