CENIZAS ESPARCIDAS
Muy poco queda de aquel glorioso pasado,
toda su majestuosidad fue reducida a cenizas
y luego lanzadas al viento para que éste las esparciera
por el espacio infinito y poder borrar así todo vestigio.
Tu amor fue una mágica semilla sembrada en tierra fértil
con los máximos cuidados. Ella creció con intensa vitalidad
pero en el momento de recolectar la cosecha apareció
de repente el fuego que arrasó completamente el cultivo
convirtiendo ese espacio en un triste desierto.
Mi corazón quedó en cuidados intensivos por largo tiempo
y después de muchos años logró sanar sus heridas dejando
huellas imborrables.
Aquella tormenta hace parte de la prehistoria, aunque
hubo daños irreparables hoy todo es diferente. El sol
baña de nuevo mi vida con sus preciosos rayos
y observo el mañana con grata esperanza.
Cuando puse en tus manos mi vida entera, embriagado
de amor, en forma inmisericorde lo arrojaste al fuego
como un burdo y despreciable pedazo de papel; ahora
nuestros corazones tienen sus órbitas en constelaciones
diferentes y nunca volverán a escuchar sus latidos.
Jaime Muñoz, agosto 31 de 2024