Cupido, ¡oh, Cupido!
murciélago de alas negras.
Que al acecho y escondido
mis venas con sed asedia.
Con tus ojos de vampiro
vigilas mi corazón.
Hambriento de ese suspiro
que te rinde adoración.
Tus largas garras afiladas
rasgan la piel de mi pecho.
Y cual víctima atrapada
me rindes a tu embrujado lecho.
Eres sombra, eres noche
eres siniestro vampiro.
Mas tu ponzoña en mi roce
es elixir que deliro.
Cupido, ¡Oh, Cupido!
Murciélago de ojos rojos
Mi alma has poseído
Presa de tus negros antojos!
***
Cuando cupido te atrapa
el alma te queda presa
El amor mucho embelesa
porque de él nadie se escapa.
Freddy Kalvo
***
He soñado que Cupido era un vampiro y miren lo que ha salido!
La idea de Cupido convirtiéndose en vampiro es bastante inusual y poco convencional, ya que Cupido es generalmente representado como un Dios del amor en la mitología romana, mientras que los vampiros son criaturas de la noche asociadas con la muerte y la inmortalidad en varias tradiciones folclóricas.
Sin embargo, en el ámbito de la creatividad y la ficción, las posibilidades son infinitas. Pensando en una historia o una representación artística que combine elementos de Cupido y Vampiros, puedo explorar cómo estos dos conceptos opuestos que interactúan en un contexto imaginativo.
¡La creatividad no tiene límites!