Cercano al punto infame,
A la edad malvada,
El tiempo sabiamente,
Nos vuelve a presentar.
No de la forma que prefiero,
Sin un recado que contestar,
Solo la casualidad de mirar,
Y ver en estupor a alguien que quiero.
Y en la sorpresa mutua,
La comprensión precavida,
De que vas de vuelta, yo recién de ida,
Y apenas cabe un saludo entre los dos.
Y una bala pasada,
La muerte de un posible camino,
Tambalea mi vida y mi sino,
Al saber que no queda nada, entre nos.