Si fuera dios, y dejaras de existir, buscaría en el árbol de Adán y Eva, arrancaría sus costillas para hacerte revivir. Exacta te quiero, con ese olor a miel perfumada y tu manera de sonreír. Si el universo me diera la oportunidad de ser dios, en la reencarnación, repetiría el amor.
Esperaría tu llegada, ahí, en el rincón del trescientos uno. Si yo fuera dios, no cambiaría nada, las mismas calles por donde caminabas, el parque donde me besabas. Si fuera dios, detendría el tiempo, enamorada te quiero en mi almohada; diciendo esas mentiras que me encantaban, te regalaría las mismas poesías, esas que te gustaban.
Si fuera dios, cosas imposibles te regalaba, un pedazo de luna, la lluvia que no se acaba, el centro de la tierra, mi alma.