En tus ojos, mi alma se mira,
donde la luz eterna susurra amor que inspira.
Tu presencia es un río que me acerca,
a la eternidad, donde late mi corazón con fuerza.
Con alma desnuda, escucho tu voz que me llama,
un susurro que me guía en calma.
Tu amor es un fuego que me consume y me inunda,
en un refugio eterno, donde la paz y el amor se funden.