Juan Sebastian Mena

La mujer Ășnica

 

 

Muchas en la calle tal vez llevan sus corbatas, sus uñas recién salidas de la ferretería manicurista, muchas llevan fragancias y otras llevan las siluetas del día de ayer colgadas en sus espaldas, muchas tienen olores conocidos y otras tienen labios de deliciosa finura.

Pero ninguna como los tuyos, sin el deleite de tu cuerpo, sin tu piel devorante, sin tu sombra de noche que despliega la esperanza, sin el aroma de tu sal, nadie como tu, oh corazon, nadie como tu nombre indefinible.

Porque eres así, tal cual, única a tu modo, perfecta a tu estilo, de mi gusto, de mi agrado, con tus uñas pálidas, con tus manos rectas y tus piernas paralelas al andar de tus pasos. 

Solo tu, me estremeces, con tu autenticidad, con tu sombra, con tu aliento, con tu vida.