Veo en tu mirada un cielo muy estrellado,
Y cuando me ves fijamente, pones mi cuerpo a temblar.
Te lo digo aunque no creas, es lo que hay por aquí,
A ese par de ojitos lindos no me puedo resistir.
Y tu risa a mí me suena como las olas del mar,
Tu voz es precisamente la mejor melodía,
Me preguntas si te pienso y siempre te digo mentiras,
Porque yo también te pienso en la noche y en
el día.