Dime amor mío, el porqué de tu gran tristeza.
No puedo imaginarme qué entristece tu alma.
En nosotros, siempre ha existido, la franqueza.
No te enoje que, al verte triste, no tenga calma.
**-**
Ofende tu respuesta ya que, niegas lo que veo.
Das respuestas y no riman con la letra y el tono.
Solo deseo ayudar, en serio, no hay otro deseo.
Rumiar solo la cólera o la tristeza forja encono.
**-**
Acepto mi insistencia, por saber lo que te ocurre.
En mi vida, yo no acepto esos dramas irresueltos.
Lo cierto es que, gente confundida, a mi concurre.
Mal puedo yo ignorar, ante la vida, mis entuertos.
**-**
¡Sin desnudez, es absurda, una real entrega amorosa.
La concesión sincera, alude a una relación armoniosa!