Una imaginaria aurora con su luz sonrosada
precede a la salida del amor
a los jóvenes que quiebran el cántaro de las caricias
a la madre que sostiene sus sueños sin temor a la oscuridad
al hombre que alivia su aflicción con la voz del ave que lo sobrevuela.
Es el amor con su cosmogonía que atraviesa el tiempo
que arriesga sus magias sobre la tierra, el aire, el fuego
e impone sus sutilezas en la simetría del arte y el canto
expresándose en los silencios con palabras que cercan el aliento
El amor que levanta su voz para hacer volar los cuerpos
que derrite glaciares de olvido con cercanías sin medida de tiempo
y descubre sutilezas en las cosas comunes y ordinarias
aprendiendo palabras para transformar lo áspero del silencio
despertando la memoria, aquietando la ansiedad con el alivio de la voz
el amor que nos nombra, nos implora y asombra.