El edificio verde
Una tarde de abril
hiciste tus maletas
cerraste las puertas
yo estaba por decir
que temía verte partir
sabía que no volverías
tampoco me extrañarías
rompiendo mi corazón
sin tener ninguna razón
diciendo que me querías
Sigo estando aquí
un tonto extrañándote
un iluso añorándote
que solo piensa en ti,
sin mucho que decir
veo en la ventana la ciudad
acompañado de la soledad,
las luces del edificio verde
aquel que se desaparece
entre sombras y oscuridad.
Solo puedo revivir
lo que dejo el amor
sí me causó dolor,
no, me quiero rendir
sin volverte a decir
que fue doloroso
y también hermoso
que compartieras mi cama
al menos un fin de semana
y que fue maravilloso.