Me he replanteado que 8 años tampoco son muchos.
¿Cuántas estrellas nos faltaron por contar?
¿Cuántas noches de neón nos quedaron inconclusas?
Siento imaginar que me sonreirás el día que la casualidad y el destino vuelvan a tener tregua y nos dejen mirarnos una vez más, como cantando, como volando...
Es un 02 de setiembre cualquiera y quizá no habrá otro verso corto entre h intercaladas.
Ahora que lo pienso bien, 11 años ya fue mucho tiempo y ya no habrán intermedios, ni mensajes ocultos entre cambios de luna, ni pequeños gestos de felicitaciones de cumpleaños de los familiares.
Es que ni a uno llegamos y hasta dos fueron los términos de todo aquello que no quedó inmortalizado en ningún lugar.
Vos sabías que podías contar conmigo y esa fue la última llamada que tuvimos. La que se colgó porque ya no había más señal y en la que decidimos cambiar de terminal.