Hoy Lucca se alza con laurel de victoria,
mi fiel compañero, orgullo en la historia,
el canino valiente de alma sincera,
que en su andar nos deja huella verdadera.
Con pasos ligeros y porte gallardo,
desfiló en la pista, radiante, gallardo,
conquistó los jueces, su gracia mostrada,
y el premio en sus patas quedó consagrado.
No fue la raza, ni el brillo dorado,
fue su nobleza lo que fue premiado,
su lealtad pura, su amor desmedido,
que en cada mirada deja su latido.
Hoy celebramos, mi amigo inigualable,
tu triunfo glorioso, tan noble, tan amable,
y en mi corazón, por siempre grabado,
tu nombre, Lucca, mi héroe amado.